EL PODER DE LAS BOMBAS Y DE LAS PALABRAS

El once (11) se ha vuelto un número o fecha muy trágica para la humanidad: el 11 de septiembre en Wasington_EEUU, el once_11 de marzo en Madrid_España, no tengo claro si el once_11 en Londres, y ahora este once_11 de julio en Bombay-India.

No es el aguero del 13, ni el cabalístico 666. Se trata de las bombas y los muertos del terrorismo, en cada caso, vengan de donde vengan y sin justificación posible de ninguna índole (ni política, ni religiosa, ni moral, ni económica, etc.) Se trata de la vieja y nueva y permanente matanza entre los hombres. Cuántos muertos?; Eso no les importa. 

Este post lo pondré en el tema que he denominado "GORILAS", en alusion al papel de militares brutales de estos antropoides en la ya olvidada película de "ficición": EL PLANETA DE LOS SIMIOS. La recuerdan?

La vieja y siempre actual pregunta es: Porqué se matan los hombres entre sí?

La mayoría de los machos  de los mamíferos se atacan y luchan entre sí por el deseo innato de aparearse con las hembras para de este modo poder reproducir sus genes. En la mayoría de los casos el más debil y perdedor se retira, a veces con heridas. Pero no hemos visto que se maten intencionalmente entre sí. ¿Serán más evolucionados que nosotros?

Las armas todas que fabrica y vende el "homo sapiens",`por lo general  son para matar otros hombres. Y, ¿qué pasa con esa otra herramienta poderosa inventada por este "homo sapiens", que llamamos la PALABRA? Cuál es su poder?

El famoso incidente recien ocurrido entre Materazzi y Zidane, en la final  de la Copa Mundial de Fooball 2006, en Alemania, nos indica claramente cuál es el poder de la palabra: ¿que fue lo que se dijeron entre ellos al comienzo, y sobre todo: ¿qué le dijo Materazzi a Zidane para ofenderlo, herirlo, humillarlo, ofuscarlo, enfurecerlo y descontrolarlo tanto?  Cuál fue la palabra precisa que produjo esa reaccion irracional? Quizás nunca lo sabremos, pero sí nos queda muy claro el imenso poder que tienen las palabras que ha diario escuchamos y que nosotros mismos dirigimos a los demás.

Hay que estar conscientes, responsables y atentos...